Se trata de una figura que representa al Diablo, personaje secundario y simbólico del Presepe Napoletano, pues su representación encadenado en una gruta o caverna bajo la Escena de la Natividad responde iconográficamente al Triunfo del Bien sobre el Mal.
Terracota y ojos de vidrio, 36 cm. Policromada, montada y vestida por A. Díaz Arnido.
Colección del autor. Año 2015.
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