El próximo 18 de septiembre de 2010 tendrá lugar, D. m., en el Estadio Olímpico de la Cartuja de Sevilla, el acto de Beatificación de la Venerable Madre María de la Purísima de la Cruz, cuyo camino a los altares se inició allá por febrero de 2009, con su declaración como Venerable. Fue precisamente al día siguiente de dicha declaración cuando la Hermandad de la Amargura, en la figura de su Hermano Mayor, me hace el encargo de pintar un retrato de Madre María de la Purísima, dado el profundo vínculo que une a dicha Hermandad con las Hermanitas de la Cruz( no en vano tienen como Titular a Santa Ángela de la Cruz).
He de decir que fue para mí un encargo muy especial, por diversos motivos. En primer lugar, por tratarse de la primera pintura de Ella tras su declaración como Venerable. En segundo lugar, porque en mi casa desde siempre, las Hermanitas de la Cruz, y sobre todo Madre Angelita( así la llamó siempre mi madre), fueron fuente de admiración y de esperanza en todo momento, incluso en los momentos más difíciles...Guardo como un preciado tesoro la reliquia de Santa Ángela que poseía mi madre y que le acompañó siempre. Todo ello, unido a que mi madre conoció a Madre María de la Purísima en persona, hacía que fuera tan especial pintar a esta Santa en vida que con ilusión realicé dicha obra por encargo como digo de la Hermandad de la Amargura, y con la colaboración inestimable del que fuera Hermano Mayor de la Corporación en los años ochenta, D. Nicolás Carretero, donante de la obra. Además conté con un ayuda extra como fue el testimonio de muchas personas que conocieron en vida a la futura Beata, transmitiéndome su carácter afable, siempre riendo, y su esencia como persona, que traté de reflejar en la pintura.
Fue así cuando, transcurridos dos meses, la obra, ya concluida, se expuso y se bendijo el día 4 de abril de 2009, Sábado de Pasión, a las plantas del soberbio Paso de Palio de María Santísima de la Amargura. Además, durante toda la mañana del mágico Domingo de Ramos, mi Domingo de Ramos, permaneció su Retrato expuesto junto a la Señora de San Juan de la Palma, Ella que lleva en su Cintura la llamada Corona Dolorosa, el Rosario de Madre María de la Purísima, que cada madrugada del Domingo de Ramos, le colocan con tanto amor esos ángeles llamados Hermanitas de la Cruz.
Tengo gracias a Dios bastantes obras ya bendecidas y expuestas a la pública veneración de fieles pero ésta, por todo lo dicho, resulta bastante especial. Desde entonces la obra ( óleo sobre tabla, de 73 x 61 cm) se puede ver en la Iglesia de San Juan de la Palma, junto al altar de Santa Ángela de la Cruz.
El próximo 18 de septiembre será un día muy especial para la Iglesia de Sevilla, que dará otra Santa( aunque sea Beata la considero así) al mundo, en estos tiempos que corren, contando además con un Testigo de auténtico lujo: Nuestra Señora de la Esperanza Macarena, ahí es nada. Y para mí en lo personal también lo será, por el cariño tan íntimo que en mi casa siempre se tuvo por esta Comunidad de Ángeles que tanto hacen por los más necesitados. Además tengo la suerte de asistir al acto formando parte de la expedición que viene con el Convento de las Hermanas de la Cruz de Fuentes de Andalucía, el pueblo de mi amigo Antonio Gamero, cuyas Hermanas me trataron tan bien en la visita que realizamos a su Convento Carmen y yo, junto a mi amigo Antonio como digo, en la pasada Cuaresma de 2010.
Espero que os guste la obra.
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